La diferencia entre los que valen y los que no.

domingo, 2 de mayo de 2010

Mourinho. Fútbol rácano, pero fútbol.


El Barça naufragó, el Madrid suspiró aliviado y entre tanto el Inter se plantó en la final del Bernabéu. Pero eso era lo de menos. En Madrid lo único que importaba es que el león imbatible cayó antes de pasar por el coliseo blanco, mientras que, en Barcelona solo se preocupaban por criticar el Show de Mou.

Muchos son los periódicos, programas, blogs y periodistas de gran prestigio (como Gabilondo) que han  mencionado esa cosa que se denomina antifutbol. Me crispo enormemente cuando veo que se habla de este tipo de práctica, y sobre todo cuando va dirigida a los equipos italianos.

Señores, el Barcelona tiene el mejor equipo del mundo, un campo muy grande y unas ganas locas de meter dos goles. Si el Inter adelanta lineas y más con diez jugadores, los huecos aparecen, Xavi y Messi conectan, y meten dos antes del descanso. Será rácano, pero jugar con dos líneas tejidas como una tela de araña y diez hombres dispuestos a perder tiempo por cada mísera circunstancia era la única vía para que el Inter pudiera ganar en Camp Barça.

Al fútbol ganan los que meten más goles. Normalmente se relaciona anotar goles con jugar bonito, sin embargo, hay determinados momentos que la psicología es más importante que el propio juego. Que yo sepa, hasta hoy perder tiempo, ir al choque o hacer faltas al límite del reglamento no deja de ser fútbol; por tanto, no es mejor el que más ataque, sino el que mejor se defienda. La belleza es otra cosa distinta que el fútbol, de modo que no confundamos términos.

No comprendo, por tanto, ese concepto que sale a la palestra cada vez que un equipo supera a otro gracias a una poderosísima defensa. No quiero cargar contra nadie, porque el Madrid protagonizó nuevamente un ridículo (y ya van seis en Europa), sin embargo, por el bien de este deporte creo que no es justo que ciertos medios tachen el juego de un equipo de antifutbol, solo porque el Barça no ha sido capaz de superar la muralla interistas.

Sin duda, filosofía italiana aplicada a muchos equipos del mundo. Y sino que se lo pregunten al Espanyol. 

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